La construcción comenzó pero se paralizó ante la decisión de Nación de frenar los créditos internacionales comprometidos a las provincias.
El gobierno nacional no autoriza el desembolso comprometido para financiar obras de infraestructura en La Pampa ante la necesidad de divisas para tapar “agujeros financieros” por los desequilibrios en la política económica, sin créditos externos.
Entre las obras paralizadas, está la remodelación del Centro de Desarrollo Infantil (CDI), el Centro de Gestión Comunitario y el Centro de Alimentación e Integración Social con ampliación del Espacio Urbano del barrio Zona Norte de Santa Rosa.
La obra comenzó a realizarse el 1º de septiembre del año pasado –en Tacuarí y Chacabuco- y lleva un avance del 4,39%, en el marco del Programa de Mejoramiento Barrial (Promeba), pero la empresa frenó los trabajos ante la falta de pago.
El proyecto tiene un costo total de $11.898.348 y cuenta con financiamiento aprobado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), pero Nación no giró los recursos: se quedó con los fondos para afrontar el estado de emergencia financiera.
La decisión fue tomada por el ministro de Economía, Luis Caputo, ante la confirmación del Fondo Monetario Internacional (FMI) que no aportará fondos frescos al país. Necesita juntar 5.000 millones de dólares para no entrar en crisis, estiman en Hacienda.
La situación también afecta la obra de desagües pluviales del barrio Oeste de General Acha, que llevaba un avance del 3% y se paralizó por el desfinanciamiento hace tres semanas, cuando la empresa constructora frenó los trabajos.
La obra fue adjudicada con una inversión de $1.358.707.319,13, aunque será superior porque se modificó el plazo y el monto de la misma, algo que se estima sucederá con el proyecto del CDI en esta capital pampeana.
Los centros de desarrollo infantil atienden en forma integral a los niños y niñas hasta los 4 años de edad y trabajan para que las familias y la comunidad protejan sus derechos.
Emergencia financiera
El gobierno de La Libertad Avanza entró en estado de emergencia financiera después de que el FMI le confirmada al ministro “Toto” Caputo que no le enviará fondos frescos. Dos situaciones límite agravaron las necesidades de dólares: la caída de las estimaciones de la cosecha que pasaron de 15.000 millones de dólares a 9.000 millones y la decisión de China de no renovar el swap por 6.000 millones de dólares.
Contra las cuerdas, Caputo extremó su muñeca financiera para armar una arquitectura que le permita juntar los 5.000 millones de dólares que estiman que necesitan para no entrar en crisis. El plan estructura una «operación no tradicional» por fuera de los mercados: consiste en conseguir que los préstamos para obras cerrados durante la gestión anterior -e incluso antes- con organismos multilaterales como el BM, BID y la Corporación Andina de Fomento (CAF), pasen a fondos de libre disponibilidad.
Por eso Caputo no autoriza esos desembolsos a las provincias para que continúen las obras, cuando no afecta en nada el gasto del Estado y además de generar empleo y mejorar la infraestructura del país permitiría el ingreso de divisas que faltan.
(La Arena)